domingo, 9 de noviembre de 2008

Los perros también lloran

Desde que, increíble pero cierto, me endosaron dos perritos, a mí, à moi, creo que empiezo a parecerme a la Dra. Zira, del planeta de los simios.

Hoy he podido constatar que mi yorkshire llora. Llora porque le duelen las patas traseras y hay que operarle. Llevo gastada una fortuna en veterinarios y originales accesorios caninos, incluido un elegante fondo de armario de Louisdog: un traje de marinerito, un pijama azul con capucha y una moderna camiseta color visón y lema dorado "royal puppy". Por si fuera poco, últimamente ha decidido que sólo come croquetas y hamburguesitas de pollo recién hechas. Cualquier día de estos me dirá que se llama Taylor...

¿Qué haré entonces? ¿Qué hago yo cuidando histéricamente de un perrito, dos para ser más exactos? No me dejan descansar ni un minuto. ¿Cómo han podido hacerme esto a mí, à moi? Es de TBO. Sí, lo sé, son tan monos... y los niños insistían tanto... ¡Grrrrrr!

En cualquier caso, la constatación de la existencia de un lenguaje canino no deja de ser inquietante. Cualquier día de estos me pedirán gambas a la plancha. Según este vídeo... tengo todos los números.

http://multimedia.terra.es/viewer/portada.cfm?cod_media=83922&mapnivel1=NGO&parte=1

sábado, 7 de junio de 2008

La correspondencia del ratoncito Pérez

Querido R.P. (mamá),

se que no me portado genial, pero nadie es perfecto!

lo unico que pasa, es que aún estoy aprendiendo a controlar nervios, y aveces se me escapa.

¿Me puedes traer 20€? Se que es una varbaridad, pero es que estoy a punto de hacer mis primeros 100!

(firma)

***************

Querida XXX,

Efectivamente, 20€ me parece una barbaridad, aunque también me parece bien que ahorres.

Espero que mañana tengas un buen día y que te esfuerces en portarte bien y hacer caso a tu mamá, que te quiere mucho. Besos.

Ratoncito Pérez

viernes, 6 de junio de 2008

martes, 25 de marzo de 2008

Que los fusilen a todos. Yo, el rey.


Por fin conseguí visitar la exposición "El siglo XIX en el Prado", aprovechando las vacaciones de Semana Santa. Colas, aglomeraciones, medidas de seguridad aeroportuarias, pero valió la pena.

Además de los hermosos retratos de la saga de los Madrazo destacan las pinturas históricas de gran formato, especialmente la de "El fusilamiento de Torrijos", de Antonio Gisbert, que constituye la portada del catálogo. Su carga dramática y veracidad impresionan.

Sobran las descripciones: es imprescindible acercarse a este cuadro y vivir la escena.

Buscando información sobre el tema he encontrado el siguiente sitio web, de interesante contenido:

http://www.cafe-central.es/paginas/fuengirola-Torrijos.html

lunes, 11 de febrero de 2008

Tras las huellas de Lord Byron (II)

Queda atrás el verano, pronto acabará el invierno y no he conseguido todavía descifrar del todo a mi enigmático personaje, aunque su seductora voz me llega clara y locuazmente a través de los diarios y cartas, de tan grata lectura. Es perfectamente comprensible para mí que Virginia Woolf declarase su enamoramiento del poeta, pues es difícil no sucumbir a su influjo y cuenta en mí con una nueva víctima.

¿Qué debió pasar exactamente entre Lord Byron y su esposa, Annabella Milbanke, para que esta última abandonase abruptamente el domicilio conyugal pocas semanas después de haber dado a luz a su única hija legítima y cuando había transcurrido apenas un año de vida en común? ¿Por qué una anodina separación matrimonial llegó a causar tanto escándalo? En cualquier caso hay un hecho incontrovertible: a Lord Byron, con mayor o menor motivo, su mujer le dejó contundentemente plantado, llevándose consigo a la niña y presentando una virulenta batalla legal preventiva contra la que el poeta renunció a defenderse eficazmente -o al menos con todas las armas a su alcance- ya fuera por desidia, temor a las consecuencias jurídicas para sí u otras personas, quizás por abrigar terribles sentimientos de culpabilidad o acaso por un exceso de timidez y falta de seguridad en sí mismo para enfrentarse a todo un influyente grupo social que parecía haberse confabulado para excluirle.

Desgraciadamente, no nos es dado conocer la propia versión de Lord Byron ya que sus memorias fueron destruidas tras su muerte. Aun cuando probablemente fueran ciertas las alegaciones de incesto con su hermanastra, Augusta Leigh, difundidas varias décadas después por la escritora americana Harriet Beecher Stowe en su infumable panfleto “Lady Byron Vindicated”, los hechos se habrían producido puntualmente y con anterioridad al matrimonio con Annabella, por lo que pierden peso como causa única o principal de las desavenencias del matrimonio. De hecho, de la correspondencia de Annabella se infiere una personalidad egocéntrica, caprichosa, pagada de sí misma y totalmente carente de sentido del humor. Aunque ello no justificaría el comportamiento irracional de Lord Byron durante el matrimonio –todo apunta a que estuviera padeciendo un desarreglo maníaco-depresivo- de lo que no me queda duda alguna es de que la desventurada unión matrimonial tuvo lugar entre dos personas absolutamente incompatibles.

Complejo personaje, Lord Byron, tierno y cruel, capaz de simultanear sus aventuras venecianas con el estudio aplicado de la gramática del armenio en el Monasterio de San Lázaro… Siguiendo sus pasos me embarqué hace una semana en un delirante carnaval veneciano, que he disfrutado enormemente. Queda pendiente sin embargo mi proyectada excursión al monasterio, que no tuve tiempo de realizar, la excusa perfecta para volver a Venecia tan pronto sea posible.