viernes, 26 de noviembre de 2010

Sueños de la razón y delirio poético

Será el clima de campaña electoral en Cataluña o quizás comí demasiado chocolate. El caso es que tuve uno de esos sueños alucinógenos en los que te encuentras súbitamente en concierto o soltando un mitin.

Me encontraba yo de madrugada inmersa en plena arenga contra el independentismo argumentando que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible y que hay posiciones que necesariamente excluyen otras y que el conflicto es inevitable, como en esa rima de Bécquer, afirmaba yo en mi discurso, primero elocuente y luego balbuciendo, ya saben ustedes… las olas, las rocas… , esto…, como era, el huracán … y aquí empecé a gesticular y finalmente dije que se estrellarían y nos tocaría hacer de roca. Y aquí me paré porque no podía articular los versos por más que me esforzase, o esto me parecía a mí, en recordar las palabras… y en mi sueño salía un faro y yo era Kim Novak en la película Vértigo, entre el faro y las rocas.

Y me desperté y recordé la primera estrofa y el resto conjuré con la ayuda de Google.

Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o abatirme!...
¡No pudo ser!

Tú eras el Océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme!...
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
una a arrollar, el otro a no ceder;
La senda estrecha, inevitable el choque…
¡No pudo ser!

En fin, supongo que hay pesadillas peores… o menos poéticas.